jueves, 7 de julio de 2011

Para mi región: Desarrollo con responsabilidad / Opinión

(Públicada en el diario El Tiempo el 13/08/2009)

Enlace al link de la columna de opinión originalmente públicada: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-5847392 


Desarrollo con responsabilidad

"El desarrollo sostenible es el que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades".

Cuando imaginamos a nuestros municipios desarrollados, en nuestra mente empiezan a aparecer robustas fábricas con sus infaltables chimeneas. Sin embargo, el desarrollo no sólo se puede concebir como acumulación de capital o grandes infraestructuras de cemento: debe ser entendido como sostenibilidad, lo cual hace referencia a la armonía entre lo económico, lo social y lo ambiental.

El interés por el éxito de nuestros negocios, sobre todo en los de vocación agrícola y pecuaria, nos ha llevado en muchas ocasiones a acelerar los procesos productivos con la utilización indiscriminada de abonos artificiales, fungicidas y cuantos químicos el mercado nos manifiesta que garantizan prosperidad, ¡claro! a cambio del sometimiento de nuestros suelos y de la salud de los consumidores.

En nuestra Cundinamarca este esquema de trabajo no ha sido la excepción y, por ende, nuestro ecosistema ha venido en un constante deterioro.

Las generaciones presentes ya no tenemos la posibilidad de conocer la flora y la fauna con las que en el pasado se deleitaron nuestros padres y abuelos. Ahora bien, ¿qué quedará para nuestros hijos?

En Cundinamarca estamos en mora de crear una sinergia entre la Secretaría de Agricultura del departamento, las Umata municipales y los colegios agrícolas, para reconvertir la filosofía de producción.

Es vital que al campo llegue una asistencia técnica que motive la reconversión y el cambio de nuestras prácticas agrícolas y productivas. Igualmente, es necesario percibir el ambiente, no como un tema de moda, sino como de desarrollo, que permita la sostenibilidad de las generaciones venideras.

La invitación a nuestros diferentes productores no es a contener su iniciativa de crear empresa, sino al cambio, un cambio que no sólo les permita obtener beneficios económicos, si no que adicional garantice bienestar para la comunidad que los rodea y, por supuesto, la posibilidad de que nuestros hijos gocen de los imponentes y hermosos paisajes cundinamarqueses.

Héctor A. Delgado Triana Economista, miembro de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM)

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